Cirugía laparoscópica: aplicaciones y beneficios

La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica de mínima invasión; es decir, que no requiere de grandes incisiones para realizarse.  A través de una muy pequeña incisión a través del abdomen, el cirujano consigue realizar la intervención necesaria, reduciendo con ello el llamado trauma quirúrgico, que redunda en menos dolor postoperatorio, menos cicatrices y una recuperación más rápida.

La cirugía laparoscópica exige un entrenamiento especializado, por lo que los médicos que la realizan cumplen previamente con un entrenamiento y un alto grado de conocimientos técnicos novedosos.

La cirugía laparoscópica tiene una amplia gama de aplicaciones. En el campo de la cirugía general, las principales operaciones que se pueden realizar tienen como objetivo tratar enfermedades del aparato digestivo y de la pared abdominal.

Esta técnica quirúrgica tiene múltiples beneficios para el cirujano especialista y para el paciente que se decide por ella. Estas son las cuatro principales ventajas que le ofrece la laparoscopia al paciente:

– Disminución del dolor postoperatorio.
– Reducción del riesgo de infección durante la intervención quirúrgica.
– Las pocas cicatrices que quedan son muy pequeñas, lo que supone un importante avance estético en el ámbito quirúrgico.
– Reducción de las posibles complicaciones después de la operación.